El restaurante “Sazón de mi pueblo” en el municipio de Castilla La Nueva, departamento del Meta, es un ejemplo de cómo las crisis pueden ser una oportunidad. Es así como para Ana María Cabal, propietaria de este negocio que nació en el año 2015, “la pandemia marcó una pauta importante para la empresa y nos hizo confiar más en que lo que hacemos está bien”.

Se trata de un emprendimiento familiar que nació de observar y convertir en una fuente de generación de ingresos una realidad: la necesidad de alimentarse siempre va a estar presente en la vida del ser humano, “es por esto que decidimos crear una empresa que satisfaga esta necesidad creando valor agregado”, dice Ana María y el nombre que eligieron “Sazón de mi pueblo” busca dejar presente la importancia de mantener las raíces y los secretos de cocina que han pasado de generación en generación.

Con la responsabilidad y el compromiso como valores centrales, este negocio está orgulloso de su aporte a la sociedad al generar fuentes de empleo y ofrecer variedad a sus clientes a la hora de alimentarse. Todo ello se ha fortalecido con los conocimientos recibidos de los programas del Centro Sacúdete en áreas como la administrativa para que la empresa pueda continuar creciendo y posicionándose cada vez más.