La primera cosecha de cacao que logró Alexander Caicedo fue de cinco kilogramos. Los llevó al mercado y cuando encontró un comprador, éste le dijo que no tenía plata, que se los dejara “fiados” y volviera a los ocho días por el dinero. Tuvo entonces una idea. Ya que había pocos compradores y mal precio por el cacao ¿por qué no transformarlo? Lo hizo, lo convirtió en chocolate en barra de mesa para preparar chocolate de taza y empezó a darlo a conocer a través de degustaciones y ventas a familiares, amigos y conocidos, hasta que empezaron a surgir nuevos clientes y así su chocolate 100% orgánico fue ganando terreno.

Tres meses después lograron entrar y posicionarse en el principal supermercado del municipio de Orito, luego en otro y otro… seis meses después ya estaban en nueve de los diez supermercados del municipio, hoy se comercializa en “La ruta del chocolate” y allí dan degustación todos los días.

Liderazgo y tenacidad son los valores que sostienen a esta empresa, “que en nuestro argot popular lo podríamos llamar verraquera para afrontar las dificultades económicas, sociales y ambientales que se presentan en el día a día de nuestro desempeño como emprendedor y como personas”, dice Alexander, quién junto con su esposa se sienten felices de aportar a las familias cultivadoras  de cacao de la zona y aspiran en 2022 comercializar su producto en los principales supermercados de cadena de la región y lograr un mínimo de exportación a La Florida, Estados Unidos.