Las situaciones más difíciles son inyección para el compromiso y la creatividad. Es el caso de Magnolia Mosquera Rojas, fundadora de La Puntada 20 de Julio, un emprendimiento que desde el año 2000 provee servicios de confección y dotación de uniformes para colegios en Sabana de Torres, departamento de Santander, norte colombiano.

Es así como la pandemia del Covid-19 se convirtió en su principal desafío, pero también en una oportunidad de diversificar la oferta de productos. “Creo que no estaba preparada para vivirlo, pues confiaba en mi trabajo normal y adquirí compromisos que se me salen de las manos debido a la situación económica que vive el mundo hoy. Sin embargo, estoy creando nuevas opciones y demostrándome a mí misma y a mis clientes, que por ningún motivo debemos rendirnos ante las duras circunstancias de la vida”. Y entre esas opciones está aprovechar su capacidad instalada para expandir su oferta a prendas de dotación de diversos trabajos como peluquerías, fábricas, entre otros.

De esta forma, una empresa que nació para suplir la necesidad de una comunidad de encontrar rápidamente los uniformes de sus hijos, se proyecta fortalecida y con nuevas áreas de producción aportando así posibilidad de nuevos empleos y desarrollo a una región, basados en valores como la responsabilidad y la unión.