Ofelia Rojas siempre fue exitosa en todo lo que emprendió. Su madre era modista así que el primer negocio fue un taller de modistería. Con tan solo 15 años comenzó a ahorrar para comprar su máquina de coser y llegó a hacer hasta diez vestidos diarios.  Luego le llegó el turno a una venta de discos, en la época en que eran todos de vinilo, pero con el tiempo, el incremento en la piratería de música, dio al traste con esta actividad. Así que todo la condujo a la que sería su mayor empresa: “Heladerías Cremas”.

“Veía la necesidad de que la gente tuviera un rato de esparcimiento. En Sabana de Torres no había ningún lugar para que fueran a compartir con sus hijos”. Esta marca no fue inicialmente suya, era una franquicia de heladerías a la cual ella llegó gracias a su insistencia pues al dueño no le interesaba su región. “Insistí tanto que conseguí hasta su teléfono, lo llamé tantas veces que al final terminó atendiéndome y le dije de mi gran sueño de tener su heladería en Sabana, me dijo que lo iba  a pensar, que le diera mi dirección y al día siguiente a las 6am llegó a mi casa y no solo quedó convencido de mi seriedad y compromiso, sino que me regaló la franquicia y me dio condiciones favorables para operarla durante 25 años”.

Ese tiempo ya culminó y ahora ya es de su propiedad. “He sido muy feliz con este negocio, y le brindo espacios de felicidad a las familias”, por eso está empeñada en continuar fortaleciéndola y ampliarla para que sea su legado.