Luego de una conversación con sus hijas pues querían vestidos, pero su situación económica no era buena, María Eugenia Betancourth decidió pedirle a una vecina que le enseñara a coser vestidos para ellas. “De allí en adelante nació la idea de comprar la primera máquina que dio inicio a tan grande sueño: CONFECCIONES BS”. Sueño que inició en 2015 en el municipio de Orito, en el departamento del Putumayo.

La historia de este emprendimiento ha registrado momentos que lo han puesto a prueba, como la enfermedad de su hija menor. Esa situación ocasionó que María Eugenia se alejara de la máquina de coser durante dos años, pero su amor por lo que hacía y el impulso de su hermana que estaba aprendiendo modistería en la ciudad de Pasto en Nariño, le dieron ánimo para continuar aprendiendo y finalmente, lograr su objetivo.

“Mi empresa aporta a la sociedad soluciones, ya que es nuestro deber apoyar, escuchar y resolver las necesidades de nuestras clientes relacionadas con nuestro trabajo”. Y lo han hecho, basados en el respeto como valor fundamental de la empresa y la perseverancia. En 2022 Confecciones BS se ve funcionando en un local mayor al actual y multiplicado por tres el volumen de clientes.