Jairo Gómez Calderón, fundador de la “Carnicería el Progreso” recuerda sus inicios en ese sector con mucho orgullo: “desde pequeño trabajé en una finca y me gustó el ganado, comprar y vender en pie con ganaderos grandes. Todo eso lo hice primero en mi juventud y al final coloqué mi fama”. De esta manera, abrió las puertas en el año 2000, en Puerto Wilches, departamento de Santander, de su negocio de venta de carne.

En el año de apertura la libra de carne costaba $300 y todos sus conocidos le compraban. “Yo nací acá y todos me conocían … arranqué en un caserío llamado kilometro ocho porque pasaba por un ferrocarril, y después ya me vine para puerto Wilches y aquí estoy”, afirma.

Este emprendedor disfruta mucho lo que hace, lo cual es una de las claves de su éxito. Siempre busca de hacer las cosas bien y lograr, de esta manera, tener clientes satisfechos, porque les entrega a las personas los productos que necesitan para su alimentación y de excelente calidad. De hecho, dice que no se puede quejar porque cuando le llega una res, ya sabe que en pocos días estará vendida. A futuro continuará fortaleciendo su negocio, siempre basado en la oferta de carne de gran calidad.