“Mi hija es la única “gruera” en la región y la admiran por eso. No fue fácil convencerla al comienzo, pero hoy está orgullosa de ser quién es y lo que hace”. Esta es una de las grandes satisfacciones que le ha traído a la familia de Flor María Rincón y Javier Serrano, la empresa que crearon en 2017 en Sabana de Torres, Santander: Canguro, especializada en el servicio de brazo hidráulico para el cargue del fruto de la palma. “Todos nos decían locos”, recuerda Flor María al trazar los inicios de este emprendimiento que nació al ver que no había quién prestara ese servicio de cargue y encontrar una oportunidad en una grúa de brazos articulados que, por defectuosa, vendía por chatarra una empresa en el departamento del César.

“Que unos simples campesinos pudiéramos organizar una máquina como esa, operarla y hacerle mantenimiento técnico, parecía irreal”. Y lo consiguieron, al igual que lograron ganarse poco a poco la confianza de empresarios que necesitaban este servicio en la zona. Para ello, se valieron inicialmente del respaldo de un ingeniero reconocido y luego las compañías fueron comprobando su seriedad y agilidad en la prestación del servicio así que todo empezó a fluir.

Sus valores son claros. Constancia, disciplina y compromiso. Gracias a ellos y a su empeño, proyectan tener para 2022 dos brazos articulados adicionales para prestar servicio en Sabana de Torres y Rionegro, municipios palmeros por excelencia, pues, especialmente en tiempos de cosecha, hay varias empresas interesadas en su servicio y Canguro quiere continuar aportando agilidad y buen servicio.