Ser un salón de belleza reconocido en la región, tener mayor cobertura y cantidad de productos para distribuir y ocupar más personal capacitado para atenderlo, es la poderosa visión que mueve cada día a Nancy Mantilla, fundadora de la Peluquería Shalom en el municipio de Cantagallo, departamento de Bolívar. Y, es una visión poderosa porque además se basa en una convicción fuerte: “Le aporto a mis clientes autoestima, seguridad y confianza en sí mismos”.
En el 2019 adquirió la microfranquicia Cabellos Sanos, la cual llegó a fortalecer y dinamizar la oferta de su negocio para ampliar su mercado.
Las dificultades no han estado ausentes. Una de ellas ha sido la alta competencia en este sector que se ha generado a partir de los procesos migratorios de personas de otros países y que ejercen la misma actividad, pero que, dadas sus necesidades, la ofrecen a costos muy por debajo de las tarifas que manejan los negocios locales, ocasionando una competencia que Nancy califica como desleal.
Aun así, la confianza en lo que ofrece y su constancia, le ha permitido sobrellevar estos y otros desafíos, para lograr la sostenibilidad de este emprendimiento que lleva con sus puertas abiertas desde el año 2005 y cuya mirada está puesta en crear una academia de belleza con cursos teórico-prácticos y en donde la honestidad, como valor clave, sea el eje de su oferta a la comunidad.